El Misterio de los Labios.

vagina

El siguiente texto es de Margarita López Carrillo; Documentalista de Salud, Xarxa de Dones per la salut de Catalunya y forma parte de la Revista MyS (Mujeres y Salud). La revista Mujeres y Salud (MyS) editada por el programa Mujer, Salud y Calidad de Vida del CAPS (Centro de Análisis y Programas Sanitarios), cultiva el arte de ofrecer información científica en lenguaje comprensible, porque pretende ser una verdadera escuela de salud tanto para profesionales como para las destinatarias de los conocimientos.

¿De verdad a las mujeres nos importa el tamaño del los labios menores de
nuestra vulva?, ¿de verdad, antes de que empezaran a decirnos que hay labios

y labios, teníamos la más remota idea de que era ésta una parte del cuerpo sus-
ceptible de ser correcta o incorrecta?, ¿de verdad, alguien no lobotomizada, cree
que tendrá una más satisfactoria vida sexual si se recorta los labios?, ¿de verdad
estamos las mujeres tan taradas que nos dejamos embaucar por cualquier carni-
cero que venga y nos diga que seremos más guapas si nos recortamos una parte
del cuerpo que ni siquiera nos podemos ver nostras mismas a simple vista?
Este tema me tiene totalmente perpleja. Puedo llegar a entender la obsesión por
unos pechos grandes, que muchas mujeres caigan en la celada que les tiene la
cultura que asimila senos a feminidad, pero ¡¿los labios?!
Hasta que no empecé a oír hablar de esta operación ni sabía cómo eran los míos,
lo confieso. Me los había mirado por última vez con un espejo hacía mucho tiempo y no los hubiera podido describir aunque me mataran. Hice una encuestita entre los hombres de mi entorno para ver si ellos encontraban diferencias y, sobre todo, si esas diferencias les parecían importantes eróticamente hablando, y todos me confesaron que no se habían fijado mucho, la verdad, que normalmente, cuando se centraban en esta zona de sus parejas estaban más interesados en el clítoris o en la vagina, y que los labios sólo eran como unas puertitas que abrían y se apresuraban a trasponer. Alguno me dijo que desde ahora intentaría fijarse.
También, siguiendo con mi improvisado trabajo de campo, consulté con algunas
amigas lesbianas. Éstas se revelaron más conocedoras del terreno, dijeron que
hay tantos labios distintos como mujeres, que varía el tamaño, el color, la textu-
ra, la forma (mira, como con los penes, pensé yo). Desde luego me dijeron que
tenían preferencias, pero éstas no resultaron estandarizables, a una le gustaban
finos, a otra más espesitos, a otra largos, a otra moraditos, a otra rosados….
Otro experimento que he hecho es dejar caer esta información, la de la cirugía
de labios, cuando doy charlas de salud para grupos de mujeres, a menudo en
pueblos. Lo digo y observo las caras de desconcierto. “¿Te refieres a eso que se
inyectan algunas en los morros?”, preguntan pensando que me he expresado
mal. “No no, me refiero a los de ahí abajo”. Entre las exclamaciones de horror y
el espontáneo apretar de piernas, siempre hay alguien que me mira pensativa y
pregunta muy seria, “Pero ¿para qué se hacen eso?”
De modo que no soy la única que no entiende. Si tú le dices a alguien que fula-
nita se ha operado las tetas o menaganita se ha estirado la cara, nadie pregunta
por qué, le parezca una barbaridad o no. Pero con los labios, todo el mundo,
según voy viendo, necesita explicaciones porque no hay nada, ni lógico ni cultu-
ral, que nos permita entender semejante atrocidad.
Y sin embargo, por absurdo que me parezca, por incomprensible que lo encuen-
tre todo el mundo en un primer momento, sin imágenes de referencia que con-
vertir en estereotipos, sin razones ni higiénicas, ni sexuales, ni estéticas con las
que poderse identificar, las clínicas de cirugía han logrado persuadir a montones
de mujeres para que se mutilen (no quiero ni imaginar las sensaciones, irritacio-
nes, molestias y dolores del postoperatorio en esa zona tan delicada).
No sé qué me sorprende más, lo manipulables que podemos llegar a ser las mu-
jeres o lo increíblemente hábiles que han sabido ser los cirujanos estéticos.

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